La piel se recupera de las agresiones del día durante el sueño ya que a la noche, cuando uno está relajado, la dermis se regenera más rápido y absorve mejor los tratamientos de belleza. Los estudios científicos indican que entre las once de la noche y las cuatro de la mañana el flujo sanguíneo cutáneo aumenta, favoreciendo los cambios celulares y la recuperación celular.
Mientras dormimos la respiración se estabiliza, se regulariza la circulación sanguínea y se ponen en marcha los mecanismos de regeneración natural de la piel. Por la noche la piel se recupera de las agresiones del día: los radicales libres del sol, la contaminación y el estrés, entre otros factores.
Para lograr una piel sana, luminosa y brillante es imprescindible dormir bien. Por ello, cuando las horas de descanso no son suficientes, la regeneración celular es menos eficaz: la piel se desequilibra, y al no poder cumplir sus funciones nocturnas, envejece más rápidamente.
Un buen descanso es uno de los más eficaces trucos de belleza, ya que actúa directamente sobre la piel mitigando los signos del envejecimiento. Pero no alcanza sólo con dormir bien, también resulta necesario realizar un tratamiento de cosmética nocturna que permita reparar la piel en ese período de descanso.
Los productos que se aplican sobre la piel antes de acostarse garantizan una limpieza efectiva y profunda de la piel. La diferencia con la cosmética de día es que ésta protege la piel de los agentes que la deterioran, mientras que la cosmética nocturna ofrece un verdadero tratamiento reparador. Según los expertos, la capacidad de renovación celular nocturna es dos veces más elevada que la diurna. Por la noche la piel es más receptiva y puede recibir de manera óptima los beneficios de un tratamiento.
Cuando estamos estresados y pasamos horas sin dormir se ven rápidamente los signos del cansancio en nuestra piel, con marcadas líneas de expresión, deshidratación, gestos desencajados, tensiones musculares, cutis gris, ojeras y falta de vitalidad. Es por eso, que las cremas de noche están formuladas para actuar durante las horas del descanso. Mientras que las cremas de día son hidratantes, los tratamientos nocturnos suelen tener compuestos reparadores, nutritivos, reafirmantes, antioxidantes, regeneradores y antiarrugas, que necesitan de más tiempo para surtir efecto.
A diferencia de las cremas de día, que brindan beneficios inmediatos, los cosméticos nocturnos poseen activos que se liberan muy lentamente, lo que les permite actuar a profundidad.
Una de las principales funciones de los tratamientos nocturnos es la nutrición. Gracias a ellos la piel recibe sustancias de las que a veces carece, como vitaminas y antioxidantes, indispensables para la tersura y suavidad. Respecto a las texturas, las cremas nocturnas suelen ser más untuosas, porque se incorporan mayores concentraciones de activos, que las hacen más pesadas.
El primer paso en el tratamiento de belleza nocturno es higienizar correctamente la piel. Se aplican toallas limpiadoras, geles o jabones que garanticen la eliminación completa de todos los restos de maquillaje y suciedad. También es recomendable realizar una exfoliación semanal. Con la piel ya limpia se aplican las cremas necesarias para cada tipo de piel. La crema se esparce en rostro y cuello, masajeando ligeramente con la yema de los dedos. Luego a dormir y disfrutar de un descanso reparador.
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